Día 90: La gordura que no nos deja ser.

Cuando tengo tiempo, o si el el cansancio no me tira abajo, trato de leer vuestros blogs dieteros queridos. Me encanta leer blogs sobre gordas/as luchando o debatiendo sobre esta enfermedad. La gordura n o sólo es una barrera física, no sólo es un peso que se lleva en el cuerpo sino también en el alma. Me da pena ver como mucha gente (incluida yo misma por supuesto) corta sus alas por los malditos kilos de más... Vivimos en una sociedad tan facha, nazi, puta, asquerosa, que el que se salga un poquito de los estándares considerado "normal, bello,lindo pasable" ya es acusado como "anormal, adefesio, en nuestro caso, dejamos de llamarmos por nuestro nombre para pasar a ser el gordo o gorda (y cuando nos nos quieren somos el "gordo o gorda de mierda"). El ser gordo es el primer mote que se le viene a las personas (de mierda por cierto) cuando nos ven, a lo mejor somos rubios, morenos, blancos o morenos, con ojos rasgados o rendodos, serios o antipáticos, pero cuando alguien no sabe nuestro nombre pasamos a ser "el gordo o la gorda". Si nuestro novio/a nos ha engañado pensamos que nosotros somos los culpables de esto: tal vez porque no estamos a la altura de las circunstancias, porque no tenemos el cuerpo de Adonis o de una modelo top. Nunca se nos ocurre pensar que tal vez es porque el otro está mal consigo mismo y que por eso cometió la infidelidad. Cuando navego por los blogs, veo que mucha gente que al poner su foto borra su cara con photoshop, entiendo por supuesto que quieran cubrir su identidad, pero creo que en el fondo lo hacen (tal vez me equivoque) porque tienen vergüenza de ser gordos. Todos aguantamos cualquier calificativo: estúpidos, bobos, antipáticos, soberbios, tontos, negros, hijos de puta, pero la bendita palabra "gordo/a" es una aguijonaza hacia el centro de nuestra autoestima.

Hay que remarcar una cosa dieteros: NO SOMOS GORDOS, ESTAMOS GORDOS. Estamos porque es "estado" y gracias a Dios que nuestro hermoso castellano diferencia el verbo estar de ser, ya que el primero denota una estado que puede ser pasajero y el segundo es una esencia. Entonces digamos "estoy gordo", pero también pensemos que tenemos la capacidad de cambiar, de trasmutar esto que estoy siendo en este momento. Todos tenemos el poder de cambiar, de convertirnos en aquello que soñamos. No permitamos que la gordura no nos deje ser, no dejemos que nos corte las alas, INCORPOREMOS LA ALQUIMIA A NUESTRO CUERPO Y NUESTRA ALMA. PURIFIQUEMOS NUESTRO SER Y NUESTRO CUERPO.

¡Salute y buen fin de semana!